La gira se anunció prácticamente antes de fines de 2008. Se trató de organizar algo que abarcara varios lugares poco visitados por músicos extranjeros, los cuales jamás pisarían bandas de grandes lumin
arias que buscan éxito y billete. El afable Paul estuvo bien predispuesto a hacerlo tal a como acontece por ejemplo en sus visitas a Brasil. Aunque esta vez debe haberse dado cuenta que no todo resulta como se dice. Sin desmerecer nada ni a nadie puedo decir que hay algunos lugares en donde se torna muy complicado tocar bien. Carencias edilicias, de sonido ni hablar y las más importantes, las humanas, que se presentan cuando uno menos las espera (estar en un país extraño, con gente desconocida, sin nadie que hable inglés con corrección). Sobre los conciertos de Paul DiAnno puedo decir que como de costumbre fueron aguerridos, versionando Maiden al estilo Paul, bien acelerado, punk rock, sumado a lo mejor de los temas de sus propios discos, que vaya si los hay y muy buenos, en ocasiones mejores que los temas de Maiden; el agregado de Paul en lo que refiere a su carisma, siempre cordial con su público y poniendo la mejor cara en los momentos en que quisiera explotar. Lamentable fue que debiera acortar el set tal a como él mismo lo explicó, con mucha bronca hacia la organización, ahondando en que los fans no siguieran dando de comer a estos tipos que solo les importa recaudar. Pero como casi nadie entendía inglés, la gran mayoría terminaba por aplaudir y vitorear su nombre, festejando como si hubiera dicho algo gracioso.
Recién tras su viaje al sur pareciera que la mano vino mejor. Con una asistente nueva y con DiAnno muy probablemente resignado, todo continuó.La banda Insurrección resultó una grata sorpresa. Muchos mencionaban a los paraguayos del año pasado como mejores. Pero estos muchachos de Insurrección tuvieron más cosas en contra, tuvieron que remar con el mal sonido de los primeros shows, donde la confianza parecía temblar un poco, con DiAnno muy nervioso queriendo abandonar todo y con la poca o mucha experiencia de estos músicos, la cosa fue que la fueron sacando adelante, tocando versiones muy rápidas de los temas que tanto DiAnno como los seguidores disfrutamos en demasía. Acoto también el fantástico trabajo Jurándote venganza, una espectacular carta de presentación en cd del material propio de heavy metal de Insurreción.
Otra cosa más y que jode es cuando hay imbéciles que tienen un micrófono delante o que tienen
la suerte de estar en una banda o así mismo que escriben un blog o en innumerables pasquines capitalinos, que hablan boludeces, que se refieren a si DiAnno toca Maiden o viene a mendigar, o que la banda no estaba a la altura, toda una sarta de giladas no solo porque tanto DiAnno como Insurrección hicieron lo suyo lo mejor posible y las fallas fueron producto de la inoperancia e ineficacia de la producción sino porque además la mayoría de estos mediocres parlanchines además de no gustarle, no tienen demasiado que ver con la real historia del heavy metal sino con la de figurar en cuanto momento puedan, representando la típica imagen del crítico al pedo.Lo cierto es que a quien le agrade el heavy metal, va a poder concurrir a cualquier show de Paul y va a salir muy conforme. Porque a pesar del punk que hay en él, de todo su rollo crítico a Maiden y al estereotipo del heavy, a pesar de la angustia por haber dejado atrás en los 80 tantas posibilidades no concretadas, Paul DiAnno es la viva imagen y la cruda voz de la versión más rebelde del heavy metal. Puro sentimiento, honestidad, energía y heavy metal, tal a como era durante el under a fines de los 70. Gabriel Osvaldo Gonzalez
